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LENGUA Y LITERATURA

DADAÍSMO

El dadaísmo es un movimiento cultural y artístico creado con el fin de contrariar las artes, que surgió en 1916 en el Cabaret Voltaire en Zúrich (Suiza). Fue propuesto por Hugo Ball, escritor de los primeros textos dadaístas; posteriormente, se unió el rumano Tristan Tzara, que llegaría a ser el emblema del dadaísmo. Una característica fundamental del dadaísmo es la oposición al concepto de razón instaurado por el positivismo. El dadaísmo se caracterizó por rebelarse en contra de las convenciones literarias, y especialmente artísticas, por burlarse del artista burgués y de su arte.

 

EXPRESIONISMO

El expresionismo fue un movimiento cultural surgido en Alemania a principios del siglo XX, que se plasmó en un gran número de campos: artes plásticas, arquitectura, literatura, música, cine, teatro, danza, fotografía, etc. Su primera manifestación fue en el terreno de la pintura, coincidiendo en el tiempo con la aparición del fauvismo francés, hecho que convirtió a ambos movimientos artísticos en los primeros exponentes de las llamadas «vanguardias históricas». Más que un estilo con características propias comunes fue un movimiento heterogéneo, una actitud y una forma de entender el arte que aglutinó a diversos artistas de tendencias muy diversas y diferente formación y nivel intelectual. 

CUBISMO

El cubismo fue un movimiento artístico desarrollado entre 1907 y 1914, creado por Pablo Picasso y Georges Braque, continuado en sus albores por Jean Metzinger, Albert Gleizes, Robert Delaunay, Juan Gris, María Blanchard y Guillaume Apollinaire. Es una tendencia esencial, pues da pie al resto de las vanguardias europeas del siglo XX. No se trata de un ismo más, sino de la ruptura definitiva con la pintura tradicional.

El término cubismo fue acuñado por el crítico francés Louis Vauxcelles, el mismo que había bautizado a los fauvistas motejándolos de fauves (fieras); en el caso de Braque y sus pinturas de L'Estaque, Vauxcelles dijo, despectivamente, que era una pintura compuesta por «pequeños cubos» y figuras geométricas. Se originó así el concepto de «cubismo». El cubismo literario es otra rama que se expresa con poesías cuya estructura forma figuras o imágenes que ejemplifican el tema, la rima es opcional y no tienen una métrica específica ni se organizan en versos.

SURREALISMO

El surrealismo fue un movimiento cultural desarrollado en Europa tras la Primera guerra mundial, influenciado en gran medida por el dadaísmo. La RAE lo describe como "movimiento artístico y literario que intenta sobrepasar lo real impulsando lo irracional y onírico mediante la expresión automática del pensamiento o del subconsciente".

El movimiento es conocido por sus artes visuales y su escritura mezclado a una imaginación inusual. Los artistas pintaban imágenes desconcertantes e ilógicas, a menudo con una precisión fotográfica, creando extrañas criaturas de objetos cotidianos y desarrollando técnicas pictóricas que permitían desvelar el subconsciente. El objetivo era, según André Breton, "convertir las contradicciones de los sueños y la realidad en una realidad absoluta, una súper realidad".

FUTURISMO

El futurismo surgió en Milán, Italia, impulsado por Marinetti. Este movimiento buscaba romper con la tradición, el pasado y los signos convencionales que la historia del arte consideraba como elementos principales a la poesía, el valor, la audacia y la revolución, ya que se pregonaba el movimiento agresivo, el insomnio febril, el paso gimnástico, el salto peligroso y la bofetada irreverente. Tenía como postulados: la exaltación de lo sensual, lo nacional y guerrero, la adoración de la máquina, el retrato de la realidad en movimiento, lo objetivo de lo literario y la disposición especial de lo escrito, con el fin de darle una expresión plástica.

CREACIONISMO

El creacionismo es la creencia de que el Universo y la vida se originaron «de actos concretos de creación divina». ​Para los creacionistas de la Tierra joven, esto incluye una interpretación bíblica literal de la narrativa acerca de la creación presentada en el Génesis (el primer libro de la Biblia) y el rechazo de la teoría científica de la evolución.​Mientras la historia del pensamiento evolutivo se desarrollaba a partir del siglo XVIII, varias posturas apuntaron en reconciliar las religiones abrahámicas y el Génesis con la biología y otras ciencias desarrolladas en la cultura occidental. ​Aquellos que sostenían que las especies se habían creado por separado (como Philip Gosse en 1857) eran llamados comúnmente "partidarios de la creación" pero también "creacionistas", como se lee en la correspondencia privada entre Charles Darwin y sus amigos. Mientras la controversia creación-evolución se desarrollaba, el término "antievolucionistas" se hizo común. En 1929 en los Estados Unidos, el término "creacionismo" se asoció originalmente con el fundamentalismo cristiano, específicamente con su rechazo de la evolución humana y la creencia en una Tierra joven (con una edad entre 5700 y 10 000 años). No obstante, este uso estuvo disputado por otros grupos, como los creacionistas de la Tierra antigua y los creacionistas evolutivos, quienes albergan conceptos diferentes de creación, como la aceptación de la edad de la Tierra y la evolución biológica entendida por la comunidad científica.

ULTRAÍSMO

El ultraísmo fue un movimiento literario iniciado en España en 1918, siguiendo el modelo creacionista de Vicente Huidobro, enfrentado al modernismo y los novecentistas, que había dominado la poesía en lengua española desde fines del siglo XIX. A la sombra de esos estímulos americanos, los ultraístas se reunieron en la tertulia del café Colonial de Madrid, presidida por Rafael Cansinos Assens y animada por Guillermo de Torre, Juan Larrea, Pedro Garfias, Ernesto López-Parra, Pedro Iglesias Caballero, Quiroga Plá y los hermanos Rivas Panedas, en un círculo que se iría ampliando, llegando a atraer la atención de un joven Jorge Luis Borges, pupilos como Rogelio Buendía, Isaac del Vando Villar, Eugenio Montes y Gerardo Diego, o de anarco-feministas como Lucía Sánchez Saornil.